En los mercados energéticos, caracterizados por un marcado carácter global, confluyen múltiples aspectos geopolíticos, tecnológicos, económicos, ambientales y regulatorios que plantean numerosos retos de gestión tanto a los estados de los que emana la política energética como especialmente a las compañías que operan en ellos. Éstas desarrollan su actividad en entornos complejos con numerosas incertidumbres que requieren gran capacidad de adaptación, flexibilidad y visión estratégica.

Este documento realiza un breve recorrido por la situación general de los principales mercados energéticos: crudo, gas y electricidad. Posteriormente se desarrollan de forma general algunas de las palancas que pueden permitir a la Dirección de las compañías energéticas aprovechar las oportunidades que brinda el escenario actual y mitigar sus efectos negativos. Entre estas palancas destacan: la planificación y presupuestación operativa, la planificación y gestión financiera, el control y la gestión activa de los riesgos y la gestión de costes y la eficiencia comercial y operativa.

Estos elementos de gestión, que son aplicables a la industria en general, se han desarrollado de forma particular para la actividad relacionada con el gas natural en la medida que presentan aspectos característicos relevantes:

  • El margen de los negocios gasistas presenta una elevada incertidumbre debido a la dependencia del precio y el volumen o la cantidad del commodity, de aspectos regulativos, geopolíticos, climatológicos y de la actividad industrial.
  • El entendimiento de los factores que introducen volatilidad en el resultado de la compañía es fundamental para poder aplicar políticas comerciales y de gestión del riesgo que resulten eficaces para la protección y optimización del margen.
    La liberalización de los mercados presenta además indudables oportunidades para los gestores más cualificados en la medida que amplía las posibilidades de gestión tanto en las estrategias de aprovisionamiento como en las de venta.
  • El excedente/déficit de liquidez potencial consecuencia de las incertidumbres en volúmenes físicos de aprovisionamientos y ventas, así como la necesaria financiación de grandes infraestructuras de negocio, obligan a una gestión financiera activa que persiga además la protección de la solvencia y por lo tanto del nivel de rating crediticio. La gestión financiera y de riesgos es uno de los elementos clave en la industria sobre todo mientras se mantengan las condiciones del actual entorno económico y financiero.
  • La capacidad para discriminar las contrapartes y clientes según su solvencia y capacidad de pago constituye una ventaja competitiva que permitirá defender los márgenes y asegurar la creación de valor en cada relación comercial. La consideración en la gestión del binomio formado por el nivel de riesgo de las contrapartes y la rentabilidad comercial de las operaciones y clientes, debe por tanto contribuir a seleccionar los clientes y a aplicar políticas de precios diferenciales.
  • La presión de los mercados en el entorno económico actual por unas cuentas de resultados “saneadas” y resistentes a la crisis va a situar muchas miradas en la evolución de la eficiencia en las compañías. En este sentido se hace necesario buscar fórmulas innovadoras para el crecimiento del margen a través de la mejora táctica en los ingresos y especialmente de la contención de los costes (las metodologías tradicionales de reducción de gastos presentan un recorrido de mejora limitado y requieren un impulso sistemático de primera magnitud en la ejecución de los planes para alcanzar los objetivos definitivos).

La gestión de la tecnología pasa a ser aún más crítica en este proceso de transformación y búsqueda de eficiencia por la vía de la automatización y de la captura de sinergias en los procesos del negocio y soporte.

 

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